Dejando a Elisabeth

Llegamos a su casa.

- Bueno, ya hemos llegado.

Le miré
- ¿Te apetece pasar?

Me lo pensé.

- Claro. -Le sonreí.

Le señalé con un gesto el salón, y fuy a despertar a mi madre.

- No está...- le dije a mat, atónita- Bueno... igual ha suvido arriba, espera...

Subí, miré en su habitación. La cama seguía echa. Miré en el baño. Nada. En mi habitación. Tal y como la había dejado

- Mi madre no está en casa...

- ¿Es eso extraño? Cuando mi padre murió mi madre nunca estaba en casa, siempre estaba en club's ligando o algo..

Me quedé atónita
- Pero mi madre es de las tipicas... madres que son unas amargadas que no salen de casa... bueno, tendrá una explicación...- dije, intentando tranquilizarme a mi misma...

- Seguramente.. Las madres sieempre tienen explicaciones -Rodé los ojos- Perdona si soy descarado pero, ¿tienes Coca-Cola?

- Claro, no sería mi casa sin coca-cola- sonreí.
Abrí la nevera. Un escalofrío me recorrió la espalda.
Tengo un mal presentimiento
- Ten - dije, sirviéndole un vaso enorme.

- Oh, gracias. -Bebí un trago- Bonita casa, por cierto -Sonreí.

- Gracias, mi madre es buena para decorar- le contesté, correspondiéndole la sonrisa.

Reí.

- Oh, eso es bueno. La decoración de mi casa la hice yo solo y me costó lo suyo. ¿Conoces el grupo Nightwish?

Reí
- Si...

- ¿Tienes reproductor de CD's en tu habitación? *O*

- Sí, sin él no sería yo *___* ¿Subes?

- Claro.

Subí las escaleras a saltos y puse mi CD (que siempre llevaba encima) y empecé a cantar y a bailar la canción.

- Amo este CD.