Mi lugar secreto

Ese lugar que tantas veces había explorado con mi hermana Anne, que siempre me llevaba cuando estaba feliz, donde habíamos hecho multiples cenas, donde yo me había escapado el 99% de las veces para alimentarme de humanos y no de animales, donde yo había pasado lo que se llamaría mi infancia de vampiro, era mi lugar secreto. Una pequeña explanada, un campo verde con flores de multiples colores, con árboles alrededor pero dejando un hueco vacío para poder tumbarse, donde la luna iluminaba ese hueco. Dejé a Matthew en el suelo, porque al final sí que se había subido y se quedó perplejo.

- Bueno, aquí estamos. Este es mi lugar secreto. Estos son mis inicios.

Me quedé alumbrado de la belleza de ese lugar.

- ¿Tus inicios? Así que ya vivías aquí desde pequeña.

- No exactamente. Por eso estámos aquí. ¿Nunca te has preguntado por qué tengo la piel tan helada? ¿O por qué tengo la piel tan blanca? ¿O por qué los ojos me cambian de color?

Sí que me lo había preguntado.

- Pues si te soy sincero, sí. -Me senté sobre la hierba- Bueno, cuéntamelo antes de que me lo repiense y me vaya.

- Entonces, mira mis dientes -Le enseñé los colmillos- ¿A qué te recuerdan? Un ser mitologico que vive de noche, tiene colmillos y la piel blanca y helada.

- No sé -Espera...- Tú... tú... eres...

- Ajá querido. Un ser mitologico y simplemente repugnante. Un ser asqueroso y odioso que come humanos y bebe sangre.

Lo tumbé encima de la hierba y me puse encima de él.

- ¿Y ahora qué? ¿Y si te como?

Ella era un vampiro... Claro, por eso Jake siempre me intentaba apartar, por eso lo de la olor, mierda... Entonces Lilith... Lilith... ¿Por qué no le tenía miedo?

- Me da igual. Cómeme, soy todo tuyo. Mi corazón te pertenece a ti, así que puedes llevártelo.

- Vaya, así que eres un chico atrevido.

Acerqué mis colmillos a su cuello.

- Recuerda que yo soy capaz de matar a un humano, no como la resta de mis compañeros.

Me senté a su lado y le rocé los labios.

- Aunque contigo no sería capaz... Me hace "ilusión" contarte mi historia, así no tendré nada que esconderte y así no tendrás motivo aparente para huir de mi.

Al fin me contaría su vida.

- Adelante, soy todo oídos.

- Bueno ahí va. Yo, Lilith, era la hija de una famosa cantante y de un gran cazador de vampiros. Un día, cuando mi padre mató al primo de una de las famílias más poderosas, decidieron cazarme a mí, su hija como rehén. Por error, o quizás no, el padre de esa família me mordió. Pasé tiempo maldiciendo mi mala suerte y pasándolo mal, pero al final lo superé. Me convertí en una vampiro guapa y deseable, pero a la vez corrupta. Siempre iba en contra de los vampiros, pues los odiaba a muerte. Siempre mataba a humanos y salía de noche sin permiso alguno. Podían condenarme, pero era inútil, porque era demasiado poderosa para ellos. Por eso siempro ando libre y feliz, porque puedo hacer lo que me de la gana, ya que heredé el poder de ese gran rey, así que nada, aquí estoy.

- Dios... no lo sabía. ¿Y por eso ibas al cementerio? ¿Para llevar las flores a las tumbas de tus padres?

- Sí, pero no murieron de viejos, eso es lo que me da más rabia. Los maté yo. Por eso me odio y odio a los vampiros. Por eso quiero matar a todos los humanos, por eso quiero estar sola... PORQUE ME ODIO.

- Dios... eso si que debe de doler.

Hundí mi cabeza en su torso y él, que estaba tumbado, me acarició el pelo.

- Matt... Prometeme que nunca me dejarás, pase lo que pase.

Eso me punzó en el corazón, no sé porque, en ese momento me hubiera echado a llorar de emoción y la habría besado sin parar, pero sin embargo no lo hice.

- Claro. Te amo, lo sabes.

Una sensación de tranquilidad me inundó el cuerpo.

- Bueno creo que es hora que volvamos.

Lo llevé hasta Forks

- Siento no poder llevarte hasta La Push, pero tengo muchísima prisa. Te amo.

Rocé mis labios con los suyos y me fui.