Piscina&Jardín

Seguía sentada en el borde de la piscina, sin mojar mis pies en el agua, pensando en él, cuando alguien se sentó a mi lado.

- Ya estás aquí.

Me había citado porque quería hablar conmigo.

- ¿Qué querías, Lilith?

- Que... joder, cariño... Que me voy...

Me quedé perplejo.

- ¿T-te vas..? ¿A DÓNDE?

- Me voy de aquí -Miré hacia otro lado- Es mejor. Estoy causando problemas a todos... Y no quiero ser una molestia para ti.

- Mi amor -Le acaricié la mejilla- No te vayas.

Unas lágrimas bajaron por mis mejillas.

- Te amo.

- Tengo que irme.

- ¿Y yo qué? ¿¡EH!? ¿A caso yo no soy nada?

- Tú eres todo... Por eso tengo que irme. Seguramente me iré la semana que viene o así. Recuerda... Te amo.

Pero no se podía ir.

- No... No te dejaré ir.

Me levanté y me cogió la mano. Lo miré y había escondido su rostro entre sus piernas y estaba... llorando. Me puse detrás suyo abrazándolo y cantando:

- Un futuro confuso e indeciso,
desde que ya no estás a mi lado.
Te fuiste de mi paraíso
Me dejaste sin tu tacto aterciopelado,
Fui tu dulce sumiso,
¿qué hice mal?

Reconocí en seguida esa canción. Me la había compuesto a mí... Me giré y la besé y ella negó con la cabeza... "Yo no sé cantar" Le susurré. "It doesn't matters" Murmuró. Le encantaba el inglés a Lilith.

- No es mi culpa que te hayas ido,
O quizás en parte sí,
Bajamos a un amargo olvido.
Y de nuevo aplaudí,
La estupidez de mi ser.

Le sonreí.

- Fue agradable jugar,
Y volvería a jugar, aunque perdiese de nuevo,
Si tuviese que escoger
Entre el miedo y el odio que conllevo,
Seguiría eligiéndote a ti.

Le cogí la mano y la besé.

- Y sigo esperando algún milagro,
Bajo la tenue luz de la luna,
Como siempre, te consagro
Aunque fuese la veintiuna
En esa noche de enero.