Después de haber conocido a Matthew

Entré en la grande mansión de mi família. Por suerte no había nadie en la entrada. La puerta que daba al jardín estaba abierta y decidí entrar ahí a ver quien había. Había alguien sentado en el banco, y por el color de su pelo, deducí que era mi hermana.

- Hola, Lilith.
- Hola. -Le respondí, fríamente.
- Qué raro que hayas vuelto tan pronto, ¿ha sucedido algo?
- No, nada que te incumba.

Hice el ademán de salir pero ella, más rápida que cualquier ser humano, se interpuso entre la puerta y yo, obstaculando el paso. La aparté de ahí, la tiré al suelo y me fui a Forks.

- Lilith, quedáte quieta.

No se movió.

- No te irás a ningún sitio hasta mañana. -Se giró- Si, mañana irás al colegio. Lo acabo de decidir. Así que preparando las cosas.
- Te odio -Musitó.